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Restauración de un viejo barco desde cero... "FAR-CANAL"

A la mayoría de nosotros, la idea de restaurar un viejo barco nos llenaría de emoción y entusiasmo, pero enseguida, tras conocer los gastos y el tiempo necesarios, nos invadiría una sensación de pesimismo sosegado.

Esta es la historia del "navegante" Jeremy Beange, que se hizo cargo de un proyecto de estas mismas características y no volvió la vista atrás.

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"Todo comenzó cuando decidí que quería una consola central de menos de 6 metros que pudiera atravesar el arrecife de la costa oeste en mi zona (conocido por ser uno de los más abruptos de Nueva Zelanda), pero lo suficientemente pequeña para colarme en mis lugares recónditos de pesca submarina.

Estuve echando un vistazo a algunas consolas centrales de aluminio construidas en fábrica, pero no estaba seguro de que tuvieran suficiente borda libre ni estabilidad para cruzar el arrecife con seguridad y sortear las condiciones a menudo traicioneras, por no hablar del precio.

Siendo ingeniero naval de profesión, empecé a dibujar y diseñar una consola central que planeaba construir yo mismo. Entonces, me asaltó una idea:

... "¿Por qué no convertir un casco ya probado en la embarcación de mis sueños?".

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Más o menos a mitad de camino, el barco está en la cabina esperando la aplicación de pintura
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En este momento se estaba comprobando la altura de la vaina y el ajuste del motor antes de ir al taller de pintura
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Las últimas etapas de aplicación de masilla antes de la imprimación

Empecé a buscar y me las arreglé para encontrar un viejo casco Marksply de fibra de vidrio que sabía que era robusto como un tanque. La cabina ya había sido separada, pues no había posibilidad de repararla, y me las apañé para conseguirla a buen precio. Terminé despiezándolo todo para que solo quedara el revestimiento del casco. Luego añadí una cubierta nueva, cambié la distribución del suelo y reconstruí por completo el espejo de popa para tener más espacio para pescar y un fácil acceso al bucear. Acabé construyendo desde cero la vaina del timón y me las arreglé para conseguir el toldo T-Top por mi zona. Hubo mucho trabajo antes de emprender el camino hacia el taller de pintura, donde le aplicamos al barco un lacado especial personalizado. También rociamos la parte superior del casco con un revestimiento de acción rápida para poder caminar por el exterior sin resbalar cuando hubiera peces en cubierta. El nombre del barco viene del día en que lo sacamos del horno de pintura y, en cuanto el sol brilló sobre la pintura, las primeras palabras que salieron de nuestras bocas fueron: F***en Hell!

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Luego nos dedicamos a equipar todo lo demás: el motor, el revestimiento del suelo y la instalación eléctrica. Toda la construcción me llevó 6 meses, porque el objetivo era no quedarme sin barco para el verano.

Desde su puesta en marcha ha demostrado ser el barco perfecto para lo que hago y parece que me ayuda a pescar una cantidad aceptable de peces, que es de lo que se trata.

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Aquí, en plena construcción de la consola y la colocación simulada de la dirección, etc. antes de instalarla en el casco
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El trabajo de pintura final ha acabado; aquí, justo antes de colocar el barco de nuevo sobre el remolque
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Aún en la etapa previa a la pintura; el nuevo fondo y el espejo de popa están acabados y justo se ha terminado de encajar la consola

Por supuesto, el barco nunca estará acabado al 100 %, ya que siempre estoy añadiendo mejoras aquí y allá. La incorporación del nuevo equipo Simrad lo ha convertido en un sueño para todo pescador".

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Está preparado y listo para adentrarse en el agua
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No haríamos todo el esfuerzo que se merece este barco sin equiparlo con lo mejor de lo mejor: un equipo Simrad, el sistema perfecto para el barco

En una de las primeras salidas de pesca de Jeremy en el Far-CANAL, uno de sus compañeros casi fue tirado por la borda.

Mientras todo el mundo estaba pescando, el sonido de un bandazo preocupó a Jeremy e inmediatamente pensó que uno de los chicos había estrellado la plomada contra el casco recién pintado. La regla de Jeremy en el barco es que si rayas la pintura, te arroja por la borda, algo contundente pero justo. Jeremy se preparó para tirar a uno de los chicos por la borda, pero luego se dio cuenta de que el golpe lo había provocado un enorme tiburón. ¡El bicho se estaba peleando con el motor fueraborda! Por eso decidió dejar lo de lanzar a alguno de sus compañeros al agua para otro momento.

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El barco funciona, ¡mira qué belleza!
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Este barco siempre será una obra inacabada, muchos propietarios de barcos te dirán que es un trabajo de por vida, pero también algo que vale la pena

Dicen que cuanto más alto es el acantilado al que hay que subir, más se disfruta de la vista. Y conseguir una restauración completa del barco en tan solo seis meses es un logro excepcional. Buen trabajo, Jeremy. Disfruta de muchas aventuras marinas con tus amigos y familiares.