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Entrevista telefónica a Sergio Davì

 

4 de diciembre de 2020

 

Tuve mi primer contacto con el mar cuando solo tenía seis meses. Me resbalé por la borda del barco de mi familia, pero por suerte, mi padre consiguió rescatarme rápidamente. Enseguida se dio cuenta de que me pareció una experiencia muy divertida, porque no tardé en aprender a cerrar la boca antes de volver a sumergirme.

El primer recuerdo que tengo del mar es a bordo del Cigala & Bertinetti de mi padre. Solía alejarme unos cinco metros de la costa y echar el ancla (un ancla fabricada a mano) solo para ver mi casa desde una perspectiva diferente.

 

Descubrí mi pasión por el mar a una edad muy temprana. De hecho, cuando tenía 6 años ya echaba una mano a mi familia con las tareas del barco. Entrar en la edad adulta no me alejó de mi pasión por el mar. Al contrario, siguió creciendo hasta que decidí convertirla en mi profesión cuando tenía unos veinte años. Hoy en día llevo más de 25 años surcando los mares como capitán de embarcaciones a motor. Durante los últimos 10 años, he descubierto las aventuras extremas, y espero poder seguir disfrutando de ellas en los próximos años, así como perseguir todos mis sueños y objetivos.

 

La pasión por el mar me inspira todos los días. He conseguido muchos de mis retos y objetivos, pero cada vez van surgiendo más, y no pararé hasta hacer realidad todos mis sueños. La pasión lo es todo. Es lo único que puede motivarte a conseguir todos tus sueños. La pasión es la sensación que me ayuda a soñar y a planificar nuevas aventuras, incluso antes de acabar la anterior. Por lo general, primero sueño con mis aventuras, luego las visualizo y, como último paso, las pongo en práctica. Para mí, los sueños son el punto de partida de cualquier aventura.

 

En 1985, cuando tenía 17 años, conseguí mi primera zódiac, que medía solo 3,75 metros de largo y tenía un motor de 15 hp. ¡Fue amor a primera vista! Gracias a ella, podía explorar y descubrir lugares a bordo de mi propia embarcación, y no tardó mucho en convertirse en mi trabajo. Llevaba a los turistas a las islas y les ofrecía travesías turísticas. Llevo toda mi vida navegando y no quiero dejar de hacerlo nunca.

En 2008, mientras acompañaba a un grupo de personas a las islas Eolias, un holandés me preguntó si podía llegar a Ámsterdam en mi zódiac desde Sicilia. Le respondí que sí encantado y empecé a preparar el bote neumático para la aventura. En 2010, zarpé rumbo a Ámsterdam y llegué 40 días después a bordo de una embarcación de 10 metros de largo. Fue un verdadero reto en el que tuve que enfrentarme a temperaturas de -7 grados e impresionantes nevadas. Tengo muy buenos recuerdos de esa primera aventura. Después de esa experiencia, me dediqué a aprovechar todas las aventuras que se me presentaban.

• En 2012: Palermo-Cabo Norte

 

• En 2015 traté de atravesar el océano Atlántico por primera vez. No pude conseguirlo, debido a que se produjo un incendio a bordo.

 

• En 2017 llegué a Brasil patrocinado por Simrad.

 

• En 2019: Palermo-Nueva York, pasando por Islandia y Groenlandia.

A pesar de que tengo muchísimas ideas para futuros proyectos, prefiero guardarlas para mí. Se trata de retos y objetivos muy personales, y necesito mucha energía para enfrentarme a ellos. Ahora estoy muy concentrado en mi próxima aventura, el O2O y llegar a Los Ángeles el año que viene.

Sergio Daví & Ocean To Ocean

 

Rib Adventure

Sergio Davì

Rib Adventurer