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Elegir la  embarcación 
 idónea

Elegir la
 embarcación
 idónea

Un barco puede embelesarte con su belleza estética o por su precio, pero ¿es la mejor opción? Es importante no apresurarse ni dejarse llevar por la emoción de adquirir una embarcación que no se adapte a tus necesidades o que presente problemas no detectables a simple vista.

La navegación nunca antes había sido tan popular, dado nuestro deseo de dejar todas nuestras preocupaciones atrás; no obstante, dedicar tiempo suficiente a adquirir una unidad ofrece muy a menudo una mejor experiencia.

Las decisiones más importantes

 

¿Qué actividades vas a llevar a cabo con tu embarcación? Esta cuestión será la que dicte principalmente el tipo y estilo de barco idóneo para tus necesidades, y la que debe orientar tu búsqueda. Las embarcaciones han evolucionado para especializarse enormemente para distintos propósitos y es por ello que existe tal variedad.

 

El segundo aspecto es, como cabría esperar, el presupuesto. Hay una regla de oro muy básica: debes planificar el 10 % del precio de tu unidad como gastos anuales. La realidad es que este valor puede variar enormemente (tanto al alza como a la baja), en función del valor de la embarcación, del dónde la guardes y de la frecuencia con la que la uses.

Esta es una lista de algunos de los gastos anuales que tienes que tener en consideración, de mayor a menor coste:

 

  • Puertos deportivos, amarre y almacenamiento
  • Seguro de barcos
  • Registro, licencias e impuestos
  • Combustible y fungibles
  • Recambios y accesorios
  • Mantenimiento y revisiones

 

Puertos deportivos, amarre y almacenamiento

 

Este suele ser el coste anual más elevado que debe preverse. Usualmente es proporcional al tamaño de la embarcación. Por lo general, los mejores puertos deportivos suelen prestar un servicio excelente, pero a un precio elevado. Una opción más básica para el amarre de tu embarcación puede ayudarte a reducir gastos, p. ej., un muerto de amarre (si estuviera disponible) o una zona menos popular.

 

Si navegas en climas más extremos, deberás incluir los costes de almacenamiento fuera de temporada en unas instalaciones que ofrezcan el debido grado de seguridad para tu embarcación. La mayoría de embarcaciones de plástico o plástico reforzado con fibra de vidrio (GRP) pueden llevarse a tierra en caso de lluvia.

 

Remolcar la embarcación suele ser mucho más económico que atracar en un puerto deportivo, siempre y cuando dispongas del espacio y los permisos necesarios para guardar el barco en casa, además de vehículo para remolcarla.

 

Cada vez hay más aparcamientos para embarcaciones que permiten sacar el barco para las temporadas en las que vaya a usarse: una buena opción para barcos de menor eslora.

Seguro de barcos

 

Existe disparidad legislativa a nivel nacional y regional en lo que a zonas de almacenamiento y uso de embarcaciones respecta. Ten previsto que vas a necesitar como mínimo un seguro de responsabilidad civil y, en caso de haber adquirido tu embarcación a plazos, también un seguro completo. Los seguros también te ayudan a abordar gastos que pudieran producirse, como el de desguace (aun cuando remolques la embarcación rescatada hasta el depósito) y los derivados de procedimientos judiciales.

 

Registro, licencias e impuestos

 

En función de donde residas, también es posible que estés obligado por ley a registrar tu barco. Además, también es posible que la institución financiera que te haya concedido un crédito para adquirir la embarcación exija un registro del barco. Este suele ser un gasto poco frecuente o que solo es necesario abonar una vez, por lo que una vez arreglado no supone mayores problemas.

 

En ciertas regiones, en particular en zonas de navegación por aguas interiores, pueden necesitarse una licencia o permiso, que suelen suponer un gasto anual superior. Ten en cuenta también que en algunos países existen sistemas tributarios para actividades náuticas manejados por diversos organismos.

 

Para abordar todas estas situaciones, deberás analizar las zonas por las que vayas a navegar y verificar que dispongas de toda la información pertinente al respecto.

Combustible y fungibles

 

El gasto en combustible vendrá determinado principalmente por la frecuencia y la duración de los trayectos que efectúes. Un motor de mayor potencia puede provocar un aumento significativo del consumo: tenlo en cuenta a la hora de presupuestar.

 

A modo de directriz muy aproximada, por cada 100 CV (75 kW) se producirá el siguiente consumo a máxima velocidad:

 

  • 22 l/h (5 galones británicos/h o 6 galones estadounidenses/h) en motores diésel
  • 32 l/h (7 galones británicos/h u 8,5 galones estadounidenses/h) en motores de gasolina de cuatro tiempos
  • 41 l/h (9 galones británicos/h u 11 galones estadounidenses/h) en motores diésel

 

No obstante, ten en cuenta que la navegación a máxima velocidad no suele ser habitual (o incluso no recomendable) y que algunos motores son los más eficientes, por lo que estos son los valores máximos.

Las embarcaciones híbridas y eléctricas están llegando al mercado, pero aún no están muy extendidas. Es posible que la eficiencia en la generación de corriente de las embarcaciones de motor híbridas actuales no sea muy superior a la de otros métodos de hoy en día, pero se prevén avances tecnológicos al respecto.

 

Recambios y accesorios

 

Es posible que el antiguo propietario de una embarcación de segunda mano ofrezca parte del equipamiento de esta con la compra. En tales casos, asegúrate de conocer qué es lo que va incluido en el precio, pero ten previsto que puede ser necesario cambiar algunos equipos de seguridad, como los chalecos salvavidas, las bengalas o la balsa salvavidas (en caso de haberla), o llevar a cabo las pertinentes tareas de mantenimiento en ellos.

 

Los barcos de segunda mano más antiguos también pueden estar equipados con sus equipos electrónicos marinos, que pueden necesitar de reparaciones de distinta índole. Es buena idea plantearse una actualización de estos en el presupuesto. Presta especial atención a la radio VHF y la antena. También puede ser que las cartas de los equipos electrónicos marinos estén desactualizadas.

 

Hoy en día, las embarcaciones nuevas cuentan con los equipos básicos, pero, de nuevo, deberás considerar la adición de equipos de seguridad y un botiquín de primeros auxilios, el equipamiento de instalaciones de cocina e higiene, camas, etc.

Mantenimiento y revisiones

 

Los gastos derivados del mantenimiento y las revisiones dependen enormemente del tipo de barco que adquieras, el tipo de alimentación de este y su envergadura. Por ejemplo, llevar la embarcación a tierra resultará más caro cuanto más pesada y de mayor eslora sea. Para el caso de yates a motor de mayor envergadura, también es buena idea verificar si se dispone de instalaciones con la debida capacidad para hacerlo en la zona en la que amarres.

 

Además, los diferentes tipos de motores y sistemas de transmisión también presentan requisitos distintos.

 

Una regla de oro es intentar llevar a cabo labores de mantenimiento básicas periódicamente, en vez de esperar a que la situación del barco se escape del control del propietario y se acumulen problemas más caros. Hay muchas cosas que puedes hacer tú mismo si así lo prefieres, como limpiar la embarcación e inspeccionarla en busca de cualquier error para detectarlo de manera temprana antes de que se agrave.

 

Las embarcaciones nuevas proporcionan un determinado grado de seguridad, pero siguen necesitando de mantenimiento en el mismo momento de su recepción. Para barcos de segunda mano, lo idóneo es recurrir a los servicios de un analista que aconseje qué elementos necesitan de rectificaciones. Casi siempre es posible hacerlo antes de hacer el pago, o bien incluirlos en el precio final.

En lo que al entorno respecta, el agua salada es más corrosiva que la dulce, pero esta última se congela antes, y los ríos y lagos suelen provocar otros problemas, como el atasco de los desagües del puesto de mando por hojas de los árboles y la aparición de moho en las cubiertas. Los climas más fríos y las regiones más cálidas y húmedas también presentan problemas propios. Conversa con los propietarios de embarcaciones de la zona: a menudo podrán aconsejarte de la mejor manera para cuidar la tuya en cualquier lugar.

 

Siguientes pasos para novatos

 

Estos son otros cinco consejos útiles a la hora de decidirse a adquirir una embarcación:

 

  • ¿Tiene alguno de tus amigos o familiares una embarcación? En caso afirmativo, puedes quedar un día con ellos (siempre y cuando las normas de distancia social lo permitan). Aprenderás un montón sobre navegación y el estilo de vista aparejado para poder tomar tus propias decisiones.
  • Consulta los consejos que ofrecen en Internet los organismos y asociaciones náuticas profesionales. Algunas de nuestras fuentes de información preferidas son las siguientes (disponibles en inglés en el momento de la redacción de este artículo: Discover BoatingGet Started in Boating de la Royal Yachting Association del Reino Unido y Welcome to the Water de la asociación de voluntarios neerlandesa HISWA.
  • Si cualquier miembro de tu familia tuviera dudas iniciales, hazles una introducción al modo de vida del navegante en una vía navegable continental, ya sea alquilando una embarcación para una jornada o para todo un periodo vacacional. Una vez que se hayan enganchado, el único problema será sacarlos del agua.
  • Asiste a un curso de formación. No necesitas tener un barco para poder hacerlo y aprenderás mucho más que lo que se indica en el programa de estudios. Haz un curso de verano para principiantes; siempre podrás participar en cursos en aula o en línea en invierno.
  • Averigua si hay algún club náutico por tu zona. Cada vez hay más de ellos dedicados a personas sin embarcaciones en propiedad y descubrirás lo amable que puede llegar a ser la gente del mundillo.